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Afrodisíacos: una revisión científica

Afrodisíacos: una revisión científica

Afrodisíacos: una revisión científica

Un reciente estudio del Departamento de Andrología y Sexología de la Universidad de Queen en Canadá y publicado en el “Journal of Sexual Medicine” analiza los efectos reales de muchas sustancias a las que se le atribuyen propiedades afrodisíacas, esto es, aumentar la performance y la libio (deseo sexual) principalmente en el hombre.

La lista es extensa y llevó ciertas especies al riesgo de la extinción: polvo de cuerno de rinoceronte, ungüento de esperma de ballena, testículos de cuanto animal se pueda imaginar, aletas de tiburón, extractos de sapos, hierbas y raíces varias, y un etc. interminable.

Esta búsqueda del hombre por estos productos “naturales” no disminuyó, como muchos científicos podríamos imaginar, cuando en pleno siglo XXI contamos con avanzada medicación prácticamente para todas las situaciones a tratar, sino que por el contrario su procura está en aumento.

Dentro de estos productos encontramos:

Yohimbina: proviene de la corteza de un árbol originario de África (Zaire, Camerún, Gabón), tiene efecto comprobado en la mejora del deseo y erección pero su uso está limitado por los efectos colaterales (arritmia, hipertensión arterial, nerviosismo, ansiedad).

Ginseng: similar a la Yohimbina, pero con efectos menos marcados. Tiene también menos efectos colaterales.

Ambar gris: se encuentra en el esperma y el vómito de las ballenas, antiguamente utilizado como fijador de perfumes por la industria, afortunadamente ha sido sustituido por derivados sintéticos. Del punto de vista del estímulo sexual no produce ningún efecto positivo.

La Muira Puama, arbusto del amazonas está en evaluación actualmente, tendría algún efecto pero necesita mas estudios.

Alcohol: a pequeñas cantidades por su efecto “desinhibidor” sería facilitador, pero a cantidades mayores afecta negativamente tanto el deseo como la erección.

Cocaína: al contrario, inhibe deseo y erección fuertemente.

Alimentos: varios propuestos: Ostras, chocolate, pulpo, huevo de codorniz, langosta, camarones, mejillones, miel, jalea real, nuez moscada: nada concluyente se encontró, es mas, algunos como el chocolate tienen quienes le adjudican el efecto contrario. Lo que si hay acuerdo es que un menú “romántico”, a la luz de unas velas, tendrá siempre un efecto benéfico para sus comensales…pero esto no es más que el efecto placebo, científicamente hablando.

Polvo de cuerno de rinocerontes: llevó casi a la extinción de la especie con costos de hasta U$ 200.000 por cada cuerno, que consumido se comprobó no tiene absolutamente ningún efecto, pero sí amplia difusión en toda Asia.

Testículos: varias desafortunadas especies se han visto perseguidas por sus testículos, aquí es de esperar cierto efecto mínimo debido a la testosterona presente en sus tejidos. De todas maneras la hormona es destruida al ser consumida vía oral en su pasaje por el estómago al ser “atacada” por los ácidos gástricos.

Dr. Jorge Di Iorio

Androclínica: www.androclinica.com

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