15 Ago Anfetaminas y sexualidad
Historia
La anfetamina es una droga de tipo amino simpaticomimética derivada de la efedrina sintetizada por el químico rumano L. Edeleano en 1887, originariamente buscando un medicamento broncodilatador que de hecho se comercializó a partir de los años 20 como “Benzedrina”. Sin embargo otros usos relacionados a sus efectos sobre la vigilia la fueron llevando al campo militar para aumentar el estado de alerta y combatir la fatiga de la tropa. Este uso fue “escapando” a la vida civil y comienzan a utilizarla con el mismo objetivo los camioneros y demás conductores en todo el mundo. Mas adelante sus efectos sobre la disminución del apetito y el estado de ánimo la llevan al campo del tratamiento de la obesidad y los disturbios mentales como la depresión, y en cada aplicación médica aumentaba la exposición y el abuso. Comienzan los casos de doping en el deporte y en 1971 pasa a la categoría de medicamento controlado.
Clínica
Si bien siempre ha sido claro para los especialistas los efectos negativos de las drogas adictivas sobre la sexualidad, y las anfetaminas en particular, la mayoría de las veces quienes trabajamos en el ámbito clínico vemos el paciente que asocia estos tóxicos con otros (alcohol, cigarro, otros ilegales, etc) y frecuentemente con otras patologías y fármacos también depresores de la sexualidad, motivo por el cual no llegábamos a comprender con exactitud la relación de sus problemas sexuales exclusivamente por las anfetaminas. Ahora, recientemente dos grupos científicos de Taiwán decidieron estudiar hombres sanos que consumen exclusivamente anfetaminas y las concusiones fueron muy interesantes.
Los equipos, uno de la Universidad Nacional Yang Ming de Taipei y el otro de la Universidad Shu Te de la ciudad de Kaohsiung estudiaron 1159 individuos masculinos que sólo utilizaban como droga recreativa anfetaminas y confrontaron los resultados con un grupo de 211 hombres de “control” que no las utilizaba.
Del punto de vista general se trata de sustancias altamente adictivas.
Del punto de vista sexual era sabido desde hace años sus efectos de disfunción eréctil, alteraciones del deseo y la eyaculación, pero nunca se había realizado un estudio no “contaminado” con otras drogas o fármacos.
Si bien en las etapas iniciales del consumo y principalmente los usuarios mas jóvenes acostumbran reportar una exaltación de su sexualidad, como relaciones mas “vividas” y “plenas” u orgasmos mas intensos, luego de esta fase y con la cronicidad del consumo la disfunción eréctil es la norma.
En el estudio chino publicado en el “The Journal of Sexual Medicine” lo mas importante fue la alta incidencia de disfunción eréctil, el doble de la población que no utiliza la droga en los usuarios, cuando comparado con el grupo de control, lo confirma científicamente la presunción que ya teníamos los clínicos.
El mecanismo de acción nos resulta bastante evidente. Como dijimos al principio es una droga de tipo amino simpaticomimética, con efectos que rememoran al producido por la adrenalina, la cual actuando sobre los vasos arteriales es fuertemente vasoconstrictora, lo que sobre el pene produce una imposibilidad de erectarse. Esto está ampliamente explicado en el capítulo “estrés y disfunción eréctil”.
Dr Jorge Di Iorio
