16 Dic Disfunción eréctil y diabetes
Dr. Jorge Di Iorio
En la antigüedad las necesidades básicas del hombre primitivo eran sobrevivir, alimentarse y tener hijos. Con mayor o menor sofisticación, éstas siguen siendo las necesidades del hombre moderno.
Si bien en el resto del reino animal la cópula tiene la finalidad de perpetuar la especie, en el ser humano se agrega un fin erótico, procurando obtener gratificación sexual.
La actividad sexual, es así el complemento indispensable de una buena relación de pareja. No es concebible un casamiento sin una vida sexual activa, aunque lo pueda ser sin hijos.
Esta actividad sexual se mantiene en el hombre hasta el final de su vida y si bien la capacidad reproductiva disminuye al aproximarse la senectud, sin que sea motivo de preocupación, la disminución de la potencia sexual generalmente alarma al hombre.
Algunas parejas se acomodan a la nueva situación, considerándola normal para la edad y otras buscan por todos los medios solucionar el problema.
La primera eventualidad, de considerar su disfunción como “normal” y por lo tanto no tratable, es especialmente frecuente en el diabético, que a veces se resigna así a acabar temprano con su vida sexual, concepto totalmente erróneo pues la disfunción eréctil es siempre tratable.
La asociación diabetes – impotencia es conocida desde Rollo (1798), hace mas de 200 años.
Analizaremos las diferentes disfunciones sexuales y su importancia en el paciente diabético.
Recordemos que el término impotencia se refiere específicamente a la incapacidad para obtener o mantener una erección con capacidad de penetración.
Aproximadamente el 50% de los diabéticos con más de 10 años de enfermedad presentan este problema.
El aspecto sexual es difícilmente abordado en las primeras consultas con su médico general o diabetólogo a menos que sea interrogado por el profesional, demorando algunos pacientes meses o incluso años antes de confesar su dificultad al especialista.
Generalmente se aguardará la oportunidad de mayor intimidad para comentar tan delicado problema.
¿Cuales son las causas de la impotencia sexual?
Las principales causas son: vasculares (arteriales y venosas), neurológicas, endócrinas (hormonales), provocadas por drogas y tóxicos (medicamentos, cigarillos, alcohol,cocaina), psicológicas y propias de la musculatura del pene.
Como ya mencionamos cerca del 50 % de los diabéticos presentan dificultades eréctiles, independientemente de ser insulino-dependientes o no.
El síntoma mas frecuente suele ser la dificultad para mantener la erección, que semanas o meses despues podrá agravarse hasta la completa incapacidad para obtener rigidez. La eyaculación precoz puede acompañar este cuadro.
La libido (apetito sexual) es frecuentemente normal al inicio pero va disminuyendo a medida que aparecen estas disfunciones.
Causas de impotencia en el diabético
La mayoría de las veces la impotencia eréctil del diabético es multifactorial.
La neuropatía diabética (alteración de los nervios de la pélvis y el pene) es muy frecuente y casi siempre presente en mayor o menor grado, aún antes de presentar sintomatología.
Por este motivo los estudios neurológicos alterados en el diabético no son siempre sinónimo de impotencia neurológica. Hemos visto diabéticos sin presentar problemas sexuales con exámenes neurológicos alterados.
El factor vascular es estudiado por medio de 2 exámenes: el Ecodoppler Color Dual Scanning, que estudia las arterias, su flujo y presión sanguínea (a veces comprometidos en estos pacientes), y la cavernosometría (bomba de erección artificial) que detecta el posible escape venoso, cuya frecuencia en el diabético no es mayor que en el no diabético.
La impotencia inducida por drogas (fármacos) es especialmente importante.
Si bien no existen efectos colaterales desde el punto de vista sexual en los medicamentos específicos del diabético (insulina, sulfunilureas), la frecuente asociación de la enfermedad con la hipertensión arterial y disturbios del colesterol entre otros, agrega los efectos colaterales de ciertos medicamentos usados para su tratamiento.
La aparición de síntomas no debe ser motivo para suspender la medicación y si para retornar al especialista que seguramente la sustituirá.
Otros tóxicos, como tabaco, alcohol y a veces ciertas drogas, potencializan (aumentan) el efecto de estos fármacos.
Desde el punto de vista psicológico existen varios factores generadores de ansiedad en el paciente diabético, el descubrimiento de la enfermedad es uno de ellos y suele afectar de manera importante al individuo, pudiendo perturbar su comportamiento.
El diagnóstico de Diabetes Mellitus es así, coincidente con el inicio de sus problemas sexuales.
El factor desencadenante puede ser el desequilibrio psíquico a veces iniciado por la angustia causada por una falla eréctil esporádica, quizás consecuencia de la ingesta de alcohol, agotamiento físico, stress o simple indisposición.
Esto va provocando un temor a cada nueva tentativa, un nuevo miedo al fracaso, a la humillación. De pretexto en pretexto se van espaciando así las tentativas, hasta abandonarlas definitivamente.
Las opciones de tratamiento
El control de la enfermedad de fondo (diabetes y otras patologías asociadas, como la hipertensión arterial) es fundamental, estaremos así evitando la progresión del daño neurológico y vascular, irreversible.
Del profundo análisis de los medicamentos empleados y sus efectos colaterales en el área sexual, surgirán posibles cambios por otros menos nocivos.
La corrección de las alteraciones hormonales, en forma general, devolverán el apetito sexual a veces perdido.
La simple supresión del tabaco y alcohol junto a la administración de ciertos vasodilatadores cuando existe tabaquismo intenso, pueden ser medidas muy eficaces.
Para conocer las opciones de tratamiento disponibles vea: https://www.androclinica.com/1005-tratamiento-de-la-impotencia