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El Dr Freund y su detector de homosexuales

El Dr Freund y su detector de homosexuales

Falometria y homosexualidad

Kurt Freund (1914-1966) fue un médico y sexólogo checo-canadiense conocido en la especialidad por ser el primero en aplicar un procedimiento denominado “pletismografía” para evaluar la circulación peneana, en las épocas iniciales de los estudios de la sexualidad. Sin embargo sus inclinaciones profesionales lo fueron llevando por el camino de buscar utilidad a su invento, que denominó “falómetro” hacia el estudio del comportamiento de homosexuales y criminales sexuales, principalmente pedófilos.

En la década de 1950 Freund prestó servicios para el ejército checoslovaco intentando utilizar su invento en la detección de reclutas homosexuales mediante pletismografía peneana.

Bien sabido es el temor de las fuerzas armadas de los diferentes países en identificar los homosexuales dentro de la tropa. Es una cuestión de seguridad nacional. Imaginamos el Estado Mayor requiriendo de inmediato a la tropa  y al intentar formarlas encontrarlos exhaustos en las barracas luego de una noche de orgía sexual desenfrenada por culpa de los reclutas homosexuales. Debe de ser un razonamiento castrense similar. Pues bien, esta preocupación checa y una contraparte de nuevos reclutas que intentaban evadir el servicio militar alegando quizás una falsa homosexualidad llevó a Freund a pasar a los “sospechosos” por su “falómetro”.

Aún después de muerto el Dr. Freund, el gobiero y ejército primero de Checoeslovaquia y luego el nuevo estado “República Checa” siguieron utilizando su invento y estrategia para identificar homosexuales dentro de las filas castrenses. Mas recientemente, entre 2008 y 2009 se utilizó la “falometría” para identificar aspirantes a refugiados políticos perseguidos por homosexuales. Recordemos que numerosos países aún persiguen y hasta condenan a muerte a los homosexuales, como la República Islámica de Irán. Estos homosexuales perseguidos que pedían refugio en la República Checa eran pasados por el “falómetro” y sometidos a estímulo sexual de contenido homo y heterosexual para confirmar el diagnóstico. Cuando “confirmaban” el diagnóstico de homosexualidad se les confería asilo político y de lo contrario eran devueltos a sus países donde podían llegar a enfrentar la pena capital. En 2011 el Comisionado Europeo pidió explicaciones a la República Checa por esta conducta contraria a los acuerdos de la Comunidad Europea. La República Checa nunca desmintió su actitud, respondió que se realizó en menos de 20 ocasiones con consentimiento de los hombres.

La técnica del procedimiento consistía en proyectar a los reclutas o aspirantes a refugiados películas de contenido sexual hetero y homosexual en simultáneo a la realización de la “falometría” que evaluaba a nivel peneano cambios de volumen, vasculares y/o una erección. Obviamente y a la luz de los conocimientos actuales sabemos que toda la operativa carecía de rigor científico, además de la dudosa legalidad, que llevó a persecución y decisiones injustas y arbitrarias, incluso hombres que debieron abandonar el país y posteriormente realizaron reclamos al ejército checo, o aspirantes a refugiados devueltos a sus países de origen y algunos ejecutados.

Los “test” eran también realizados en mujeres pero nunca se aclaró como era la técnica.

Preocupado por la homosexualidad Freund trabajó también en terapias de “reconversión” en un intento por “convertir” a estos hombres a la heterosexualidad, tanto en su país como en Canadá. Realizó importantes estudios clínicos con hermanos gemelos buscando un origen genético de la homosexualidad.

Durante toda su vida Kurt Freund trabajó en estos campos en Checoeslovaquia y Canadá y publicó una amplia bibliografía. Intentó la cura de la homosexualidad y mas tarde reconoció su inefectividad y colaboró en su país a su despenalización ocurrida recién en 1961.

Estuvo así en los dos lados de la historia, del lado bueno y del lado malo, recibió laureles y palos. Hasta el final de su vida lucho abogando que los homosexuales lo que mas necesitaban era comprensión y no tratamiento, lo que lo enfrentó a numerosas corporaciones y prejuicios que lo llevaron a caer en desgracia.

Mas allá de decisiones equivocadas tuvo la integridad científica de admitir sus errores e intentar enmendarlos.

Dr Jorge Di Iorio

Director de Androclinica

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