16 Ago El Juramento Hipocrático
Juro por Apolo médico, por Esculapio, Higia y Panacea y pongo por testigo a todos los Dioses y a todas las Diosas, cumplir según mis posibilidades y entendimiento el siguiente juramento:
“Estimaré como a mis padres a aquél que me enseño este arte, haré vida común con él, y si es necesario partiré con él mis bienes.
Consideraré a sus hijos como hermanos míos y les enseñaré este arte sin retribución ni promesa escrita, si necesitaren aprenderlo.
Comunicaré los principios, lecciones y todo lo demás de la enseñanza a mis hijos, a los del Maestro que me ha instruído, a los discípulos regularmente inscriptos y jurados según los reglamentos, pero a nadie más.
Aplicaré los regimenes en bien de los enfermos, según mi saber y entender y nunca para mal de nadie.
No daré a nadie por complacencia un remedio mortal o un consejo que lo induzca a su pérdida.
Tampoco daré a una mujer un pesario que pueda dañar la vida de un feto.
Conservaré puros mi vida y mi arte.
No extraeré cálculo manifiesto, dejaré esta operación a quiénes saben practicar la cirugía.
En cualquier casa en que penetre lo haré para el bien de los enfermos, evitando todo daño voluntario y toda corrupción, absteniendome del placer del amor con las mujeres y los hombres, los libres y los esclavos.
Todo lo que viere u oyere en el ejercicio de la profesión y en el comercio de la vida común y que no deba divulgarse, lo conservaré como secreto.
Si cumplo integramente este juramento, que pueda gozar dichosamente de mi vida y mi arte y disfrutar perenne gloria entre los hombres.
Si lo quebranto que me suceda lo contrario”
Hipócrates, 400 a.c.