15 Ago Éxtasis y sexo
MDMA-éxtasis y sexo
El MDMA ( 3-4-metilene dioxi metanfetamina ) o éxtasis es una droga sintética ilegal, alucinógena y vigorizante ingerida habitualmente en forma de pequeñas pastillas que confiere al usuario un fuerte efecto durante varias horas. Un frecuente ámbito de uso son las llamadas “fiestas electrónicas”, frecuentes en verano y al aire libre en los balnearios de todo el mundo. Los consumidores refieren además de mayor atención y resistencia física un estado de alerta, aumento de las percepciones en un estado “psicodélico” con aumento de la temperatura corporal, taquicardia y elevación de la presión arterial, todo lo que aumenta obviamente la deshidratación propia de estos espectáculos por lo que se acompañan de grandes ingestas líquidas, no sólo agua sino alcohol y otras drogas.
Historia
Fue sintetizada originariamente por investigadores alemanes como precursor químico de otras sustancias para la industria hasta que en la década de los setenta pasa a un grupo de psiquiatras americanos que la experimentaron en sus pacientes con un objetivo terapéutico pero gana la calle. En 1985 la DEA la declara ilegal y pasa a ser elaborada clandestinamente y mezclada de manera continua con diferentes productos para buscar aumentar sus efectos y/o “estirarla”. En la actualidad prácticamente cada análisis de droga requisada se encuentran diferentes fórmulas.
En la actualidad su uso se ha expandido a todo el mundo y a pasado de su uso inicial en jóvenes de raza blanca a todas las razas y camadas socio económico y culturales. Una situación preocupante según informes recientes de las agencias sanitarias americanas es un aumento del uso por los homosexuales masculinos en clubes de sexo asociados a conductas sexuales de riesgo donde además de los fallecimientos asociados a eventos cardíacos se encuentran aumento en las tasas de contagio de HIV-Sida y otras enfermedades de transmisión sexual.
Sus efectos sexuales se deben a la liberación y recaptación de neuromediadores químicos cerebrales, principalmente serotonina y dopamina, responsables de modular todas las fases de la respuesta sexual tanto masculina como femenina: deseo, excitación y orgasmo en hombres y mujeres.
Como todas las drogas, uno de los usos es frecuentemente para el adicto la relación sexual, donde buscan potenciar su “viaje” psicodélico con su desempeño en la cama. Lo que el adicto hombre no sabe es que mas allá de la experiencia alucinógena que busca (disociación cuerpo-mente, “desdoblamiento” y todo lo que configura su “viaje”) sus efectos a mediano y largo plazo serán casi invariablemente una dificultad para obtener y mantener la erección, para alcanzar el orgasmo y una severa disminución del deseo sexual frecuentemente asociado a estado depresivo crónico, si es que sobrevive para contarlo.
Dr Jorge Di Iorio
Director de Androclinica