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La autoaplicación o autoinyección

La autoaplicación o autoinyección

La autoaplicación o autoinyección

En 1982 el andrólogo y cirujano vascular francés Ronald Virag en el transcurso de una cirugía vascular reconstructiva mediante la cual pretendía mejorar la circulación de un paciente impotente inyecta por primera vez un antiguo y poco usado medicamento llamado clorhidrato de papaverina en el interior de los cuerpos cavernosos peneanos. Mayúscula fue su sorpresa cuando el paciente desarrolla una fuerte erección que no revertía (priapismo). Hasta ese entonces la comunidad médica y científica no tenía los medios para provocar una erección y por consiguiente era difícil su estudio. Los especialistas no sabían a ciencia cierta como se producía la erección normal ni porque en el paciente impotente esta no ocurría. Desde los investigadores Varolio y Leonardo Da Vinci en el Renacimiento italiano sabían que la erección era principalmente un fenómeno vascular. Varolio llegó a producir una semi erección en un cadáver fresco inyectando agua en sus arterias pudendas, pero se había progresado muy poco más. A partir de ahí comienza la verdadera experimentación sobre la erección tanto en voluntarios normales (incluyendo todos aquellos pioneros) como en los pacientes.

Hasta el advenimiento del Viagra, primer facilitador por boca en 1998, todos los pacientes impotentes debían inyectarse estos medicamentos previo al coito con el objetivo de obtener y mantener una erección.

Fue introducida por nosotros en Uruguay en 1993.

En la actualidad, esta modalidad es la de elección en los pacientes portadores de diabetes, traumas medulares, disfunciones vasculares leves, y a veces, disfunciones psicogénicas que no mejoran con el tratamiento clínico, o que no responden a los medicamentos por vía oral (Viagra® y similares), aquellos que tienen una contraindicación formal para su uso (habitualmente cardiópatas en tratamiento con nitritos), o que por razones geográficas no pueden concurrir a una clínica especializada a realizar el tratamiento clínico (inyectado por el médico).

 El paciente deberá ser previamente entrenado acerca de como y donde realizar la autoaplicación.

Recibe nociones básicas de anatomía y realiza una o varias aplicaciones en la clínica, bajo estricta supervisión médica, en el curso de un test de erección con estímulo visual erótico (ver:https://www.androclinica.com/1014-test-de-ereccion-farmacoinducida)

Este test tiene una doble finalidad, por una parte, enseñar al paciente y por la otra, dosificar la cantidad del fármaco que le proporcione efectivamente una erección de 45 minutos a 1 hora de duración.
La frecuencia con que se realizará la autoaplicación será de una a dos veces por semana y el paciente deberá ser orientado a entrar en contacto con el servicio frente a la ocurrencia de priapismo (erección mayor de 3 horas de duración), para lo cual se deberá contar con atención de emergencia las 24 horas.
A pesar que se inició con la papaverina, la autoaplicación o autoinyección está siendo realizada actualmente por combinaciones de fármacos (prostaglandina o alprostadil-nicergolina-fentolamina-papaverina)  que presentan la ventaja de una menor incidencia de efectos colaterales (fibrosis, priapismo, hematoma y linfedema peneano) que aquella.

Vasoactivos Inyectables

Actualmente se conocen más de 20 fármacos vasoactivos, que al ser inyectados en el cuerpo cavernoso producen erección, entre ellos citaremos: la histamina, el moxysilite, y otros; aunque los más utilizados son las diferentes asociaciones de papaverina, fentolamina y prostaglandina (alprostadil), combinación conocida como trimix, desde su introducción por Alan Bennett en 1991.

En algunos países se comercializa una preparación denominada Caverject (alprostadil liofilizado en dos concentraciones, 10mgr y 20mcg) pero no ha colmado las expectativas debido a que al no estar asociado a fentolamina y/o papaverina rapidamente desarrolla acostumbramiento a sus efectos.
Estos fármacos actúan de diferente manera en las diferentes fases de la erección: bloqueo alfa adrenérgico, relajamiento y vasodilatación arteriolar y sinusoidal, relajamiento de la musculatura lisa del cuerpo cavernoso.

Seguimiento del paciente

El paciente será controlado al inicio semanalmente, durante la entrevista con el especialista, con la finalidad de evaluar la respuesta, realizar ajustes en las dosis y controlar eventuales disfunciones acompañantes ( eyaculación precoz, disminución de la libido, etc.).


Evaluación

Algunos pacientes tienden a mejorar rápidamente, respondiendo con erecciones mayores, para igual dosis de fármaco; probablemente por la disminución de la ansiedad que le causaba la inyección y el acto sexual, anteriormente no satisfactorio.
Otros por el contrario, refieren una disminución de la respuesta, por lo que deberemos aumentar paulatinamente la dosis (¿posible desarrollo de tolerancia al medicamento?).

Complicaciones

Principalmente son locales: hematoma, edema, linfedema, fibrosis y priapismo.

Comentario

Esta modalidad de tratamiento, cumple con dos objetivos:

  • posibilita al paciente, a veces al borde de perder a su pareja, tener una relación sexual satisfactoria, en muy breve período de tiempo luego de la consulta (entre 24 y 48 horas).
  • devuelve al individuo la autoconfianza, cuando el problema es pura o principalmente psicológico, a veces con cura definitiva del cuadro de impotencia. Ante la presencia de una patología orgánica asociada (hormonal, vascular, neurológica, causada por drogas), la cura definitiva o no, dependerá del manejo del factor etiológico.

En la mayoría de los casos, el mejor resultado se obtiene con terapia sexual de apoyo, asociada al uso de la autoaplicación.

Dr. Jorge Di Iorio

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Autoinyección directa con jeringa

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Autoinyección con “autoinyector” 

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“modelo de pene” para explicar al paciente el ángulo de «arremetida»

Dr Jorge Di Iorio

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