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Sexualidad y Religión

Sexualidad y Religión

La relación entre la sexualidad y la religión representa uno de los mas persistentes y antiguos conflictos de la historia, conflicto obcecado y dañino como aquel entre Ciencia y Religión que derivó en el “Proceso Galileo” y llevó al Maestro a la pena de muerte por negar que el sistema planetario girara en torno a nuestro planeta (si bien la pena fue conmutada a arresto domiciliario vitalicio ya que ni la mas poderosa corporación de la época tuvo el coraje de cargar sobre sus espaldas su ejecución).

Como parte integrante de la vida, la sexualidad acompaña al hombre desde los albores de su existencia sobre la faz de la tierra. 

Poco sabemos de la sexualidad y religiosidad del hombre primitivo, ya que las pinturas rupestres no brindan mucha información al respecto.

Los filósofos griegos decían al respecto de la religión que los dioses habían sido inventados para imponer a los hombres el respeto a su sociedad por medio de la disciplina, la moral, el sentido de lo que estaba bien y lo que estaba mal, esto es, en cierta medida, una “intimidación superior” sobre el sujeto. La sexualidad a su vez, es un conjunto de fenómenos afectivo emocionales asociado a la busca de un tipo especial de placer (el placer sexual). Esta sexualidad a su vez está condicionada a la ideología, la moral y creencias propias de cada época y cada sociedad. Vemos así varios puntos en común, varias “zonas grises” donde convergen conceptos y quizás están en el génesis de los primeros conflictos.

Con la aparición de las primeras civilizaciones, en la confluencia del Eúfrates y el Tigris, el Nilo y el Mediterráneo, aparecen ya las primeras y principales religiones monoteístas, judaísmo, cristianismo e islamismo, y estos conflictos se reafirman, adquiriendo máxima virulencia en la Edad Media, pero persistiendo hasta nuestros días.

Ya griegos y romanos con sus religiones politeístas eran mas permisivos con la sexualidad. Sus dioses tenían actitudes y problemas mas “terrenales” a los que la sexualidad no era ajena. Infidelidades, traiciones, incestos, etc. ocurrían entre los dioses tomándose con naturalidad y sin dramatismos, y quizás relacionado a ello sus posturas mas “abiertas” al sexo y a temas como la homosexualidad.

En la base de la conflictiva de las religiones monoteístas, y una vez que estas se vieron “obligadas” a participar “orientando” a sus fieles en este campo, encontramos la llamada “moral sexual” que impone a los individuos lo que está bien y lo que está mal y admite grandes variaciones según la época, el lugar, y la religión a considerar. Determina además como consecuencia, lo que hemos dado en llamar la “doble moral”, o sea, lo que el dogma determinará como moralmente correcto y lo que en realidad se hará “puertas adentro”, con abismales diferencias.

Judaísmo, cristianismo e islamismo mantendrán así, y hasta el día de hoy posturas encontradas hacia la sexualidad, la mujer y la ciencia.

Algunas de estas posturas surgen claramente de las santas escrituras.

En la Biblia:

Eclesiastes 7:26: “He hallado que la mujer es más amarga que la muerte, porque ella es como una red, su corazón como un lazo, y sus brazos como cadenas: El que agrada a Dios se libra de ella, mas el pecador cae en su trampa.”

En el Génesis encontramos lo que Dios dijo a Eva: “A la mujer le dijo: Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará.”

En Corintios 14:34: “Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la ley”

Los primitivos padres de la Iglesia fueron notoriamente patriarcales, contra la mujer y la sexualidad.

San Agustín comparó a la mujer con “la puerta del Diablo” las llamó “las transgresoras del árbol prohibido: las primeras transgresoras de la ley divina: las que persuadieron al hombre de que el diablo no era lo bastante valiente para atacarle. Las que destruyeron la imagen que de Dios tenía el hombre”. Llegó a culpar a la mujer de la muerte de Jesús.

Santo Tomás de Aquino, en uno de sus momentos menos felices escribió: “Yo no veo la utilidad que puede tener la mujer para el hombre, con excepción de la función de parir a los hijos”.

Actualmente, en la página oficial de la Santa Sede encontramos: http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/index_sp.htm

Resumiendo frases puntuales de la publicación vaticana:

“PONTIFICIO CONSEJO PARA LA FAMILIA: SEXUALIDAD HUMANA, VERDAD Y SIGNIFICADO. ORIENTACIONES EDUCATIVAS EN FAMILIA”

Donde se ven lineamientos generales en nuestra temática, resaltando valores largamente pregonados por la curia como la castidad: “5: La formación a la castidad, en el cuadro de la educación del joven a la realización y al don de sí, implica la colaboración prioritaria de los padres también en la formación de otras virtudes como la templanza, la fortaleza, la prudencia. La castidad, como virtud, no subsiste sin la capacidad de renuncia, de sacrificio y de espera”.

Mas adelante en: “AMOR VERDADERO Y CASTIDAD”: “La castidad es la energía espiritual que libera el amor del egoísmo y de la agresividad”

Mas adelante :”El dominio de sí”:

  1. 1.« La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado ».2 Toda persona sabe, también por experiencia, que la castidad requiere rechazar ciertos pensamientos, palabras y acciones pecaminosas, como recuerda con claridad San Pablo. Por esto se requiere una capacidad y una aptitud de dominio de sí que son signo de libertad interior, de responsabilidad hacia sí mismo y hacia los demás y, al mismo tiempo, manifiestan una conciencia de fe; este dominio de sí comporta tanto evitar las ocasiones de provocación e incentivos al pecado, como superar los impulsos instintivos de la propia naturaleza.

Mas adelante: “2. La vocación a la virginidad y al celibato”

  1. 1.“La Revelación cristiana presenta dos vocaciones al amor: el matrimonio y la virginidad. “

Respecto a la homosexualidad: “104. Una problemática particular, posible en el proceso de maduración-identificación sexual, es la de la homosexualidad, que, por desgracia, tiende a difundirse en la moderna cultura urbana. Es necesario presentar este fenómeno con equilibrio, a la luz de los documentos de la Iglesia.37 Los jóvenes piden ayuda para distinguir los conceptos de normalidad y anomalía, de culpa subjetiva y de desorden objetivo, evitando juicio de hostilidad, y a la vez clarificando la orientación estructural y complementaria de la sexualidad al matrimonio, a la procreación y a la castidad cristiana. « La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado ».38 Es necesario distinguir entre la tendencia, que puede ser innata, y los actos de homosexualidad que « son intrínsecamente desordenados »39 y contrarios a la ley natural.40”

“Muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada. En cualquier caso, las personas en estas condiciones deben ser acogidas con respeto, dignidad y delicadeza, evitando toda injusta discriminación. Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible”.

“Para la mayoría de las personas con tendencias homosexuales, tal condición constituye una prueba. « Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición ».41 « Las personas homosexuales están llamadas a la castidad ».42”

  1. 1.“Al mismo tiempo, en la enseñanza de la doctrina y de la moral católica acerca de la sexualidad, se deben tener en cuenta las consecuencias del pecado original, es decir, la debilidad humana y la necesidad de la gracia de Dios para superar las tentaciones y jóvenes de cualquier edad que sean, ni individualmente ni en grupo”.

“Además, representaciones gráficas y reales del parto, por ejemplo en un film, aunque no sean eróticas, sólo podrán hacerse gradualmente, y en modo que no creen miedo o actitudes negativas hacia la procreación en las niñas y en las mujeres jóvenes”.

  1. 1.3. “No se ha de presentar ningún material de naturaleza erótica a los niños o a los jóvenes de cualquier edad que sean, ni individualmente ni en grupo”.
  2. 2.“En primer lugar los padres deben rechazar la educación sexual secularizada y antinatalista, que pone a Dios al margen de la vida y considera el nacimiento de un hijo como una amenaza. La difunden grandes organismos y asociaciones internacionales promotores del aborto, la esterilización y la contracepción. Tales organismos quieren imponer un falso estilo de vida en contra de la verdad de la sexualidad humana. Actuando a nivel nacional o provincial, dichos organismos buscan suscitar entre los niños y los jóvenes el temor con la « amenaza de la superpoblación », para promover así la mentalidad contraceptiva, es decir, una mentalidad « anti-vida »; difunden falsos conceptos sobre la « salud reproductiva » y los « derechos sexuales y reproductivos » de los jóvenes.22 Además, algunas organizaciones antinatalistas sostienen clínicas que, violando los derechos de los padres, ofrecen el aborto y la contracepción para los jóvenes, promoviendo la promiscuidad y el incremento de los embarazos entre las jóvenes”.

138.”En algunas sociedades existen asociaciones profesionales de educadores, consejeros y terapistas del sexo. Su trabajo se basa, no raramente, en teorías malsanas, privadas de valor científico y cerradas a una auténtica antropología, que no reconoce el verdadero valor de la castidad; por eso, los padres deberán cerciorarse con mucha cautela sobre la orientación de tales asociaciones, no confiándose por el tipo de reconocimiento oficial que hubieran recibido. El hecho de que su punto de vista se encuentra en contradicción con las enseñanzas de la Iglesia, se manifiesta no sólo en su modo de actuar, sino en sus publicaciones, ampliamente difundidas en diversos países”.

  1. 1.“Otro abuso tiene lugar cuando se imparte la educación sexual enseñando a los niños, también gráficamente, todos los detalles íntimos de las relaciones genitales. Este mal se da hoy con frecuencia con el fin de ofrecer una educación para el « sexo seguro », sobre todo en relación con la difusión del SIDA. En este contexto, los padres deben rechazar la promoción del llamado « safe sex » o « safer sex », una política peligrosa e inmoral, basada en la teoría ilusoria de que el preservativo (condón) pueda dar protección adecuada contra el SIDA. Los padres deben insistir en la continencia fuera del matrimonio y en la fidelidad en el matrimonio como la única verdadera y segura educación para la prevención de dicho contagio”.

A riesgo de ser extensos presentamos todo este material expuesto para mostrar como en pleno siglo XXI la curia sigue con una posición retrógrada respecto a la sexualidad, la homosexualidad, la educación sexual, el preservativo, etc.

Una oración judía dice: “Bendito seas Dios, Rey del Universo, porque tú no me has hecho mujer”.

En el Corán encontramos: “Los hombres son superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por medio de las cuales Alá ha elevado a éstos por encima de aquéllas, y porque los hombres emplean sus bienes en dotar a las mujeres. Las mujeres virtuosas son obedientes y sumisas: conservan cuidadosamente, durante la ausencia de sus maridos, lo que Alá ha ordenado”. La situación relegada de la mujer es hoy, en el islamismo, evidentemente la mas notoria de las tres religiones. La figura femenina es totalmente secundaria y sumisa al hombre.

Como vemos, como un matrimonio en crisis, la sexualidad y la religión han recorrido juntos el camino de la historia. Por momentos armonía (griegos y romanos), pero por un tiempo mucho mas prolongado, en conflicto.

Toda esta conflictiva entre lo que dicta el dogma y el real deseo de vivir la sexualidad, termina afectando muchas veces al paciente religioso, motivo no de pocos trastornos de índole emocional. Pensamos que los líderes religiosos y pastores deberían dedicarse a los temas de la fe, dejando los temas científicos para otros profesionales.

Dr. Jorge Di Iorio

Androclinica: www.androclinica.com

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