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Terapia de reemplazo hormonal en el paciente con cáncer de próstata.

Terapia de reemplazo hormonal en el paciente con cáncer de próstata.

Terapia de reemplazo hormonal en el paciente con cáncer de próstata.

La testosterona es una hormona que pertenece a un grupo de sustancias biológicas denominado esteroides androgénicos y es la principal hormona sexual masculina, determinante de los caracteres sexuales secundarios del hombre, el desarrollo y fuerza de la masa muscular, pilificación y vigor, la libido (deseo sexual) masculina y moduladora de su erección. Es producida por los testículos y circula a nivel sanguíneo como la forma libre (testosterona libre) o unida a otras proteínas (SHBG testosterona). Disminuye con la edad al disminuir la síntesis y por el aumento relativo de la forma SHBG. Esta disminución, cuando supera cierto umbral es denominado por algunos autores como “Andropausia”, cuadro clínico comparable a la menopausia femenina, y como esta cursa además del declinio propio de la sexualidad masculina, como ser disminución del deseo, erección y retardo eyaculatorio, con otros síntomas similares a la menopausia femenina (“calorones”, “sofocones”, nerviosismo, depresión, irritabilidad, aumento de la fragilidad ósea, osteoporosis, etc).

El cáncer de próstata es el tumor maligno no cutáneo mas frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer entre hombres en los Estados Unidos. Reconoce como principales factores de riesgo la edad avanzada, histórico familiar y la raza negra.

En la década del 40, el Dr. Charles Huggins comunica la relación entre la testosterona y ciertos tipos de cáncer prostático. Había observado que la reducción dramática de los niveles de andrógenos causados por castración quirúrgica o tratamiento con estrógenos provocaba en algunos pacientes la remisión del tumor.

Sus estudios le llevaron a plantear el uso de hormonas en el tratamiento de algunos tipos de cáncer, trabajo que le hizo acreedor al premio Nobel de Medicina en 1966.

Desde entonces, y sin que exista demasiada evidencia científica, la terapia de reemplazo hormonal en muchos hombres que se verían beneficiados de la misma ha permanecido contraindicada. Si bien todos los especialistas estamos de acuerdo con la contraindicación formal en el paciente portador de un tumor activo, esta contraindicación no es tan clara en otras situaciones, como el paciente considerado ya curado, luego de mas de 5 años libre de tumor (por ejemplo luego de operado).

Diversas observaciones ponen en duda la valides de esa contraindicación. Para comenzar, la incidencia de cáncer prostático aumenta con la edad a medida que precisamente va disminuyendo el nivel de testosterona. Otros estudios han encontrado que a menores niveles preexistentes de testosterona en estos pacientes mayor sería la agresividad del tumor.

Por otro lado, en extensos estudios retrospectivos de pacientes tratados de manera prolongada con testosterona no se encontró, como sería dable de esperar un aumento significativo del tumor, sino que la prevalencia del mismo era prácticamente la misma de la población general no usuaria de hormonas.

Todo esto ha llevado a grupos de trabajo en varios países a replantear la terapia sustitutiva en aquellos paciente sin cáncer activo, con niveles de testosterona francamente disminuidos y sintomatología tanto de la esfera sexual como extra sexual, que se beneficiarían del uso de andrógenos. En estos casos esos pacientes deben ser claramente orientados sobre el costo-beneficio de su tratamiento, y deben ser cautelosamente monitorizados por el equipo médico.

Dr. Jorge Di Iorio

Androclinica: www.androclinica.com

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