16 Dic Trasplantes y disfunciones sexuales
Seguramente ya el hombre primitivo se cuestionaba la necesidad de suplantar un miembro u órgano deteriorado o enfermo por otro sano mucho antes de nuestra era.
En el medioevo, diferentes santos cuidaban del cuerpo y hasta los santos gemelos San Cosme y San Damián (patronos de los cirujanos) practicaron el primer trasplante santo según cuenta la leyenda (la pierna de un moro negro muerto a un sacerdote blanco con gangrena) como nos muestran gravados de la época. Ambos fueron ajusticiados por orden del emperador Diocleciano en el año 287 por decapitación.
Pero es a partir de 1947 en que a nivel terrenal se realiza por primera vez un trasplante con éxito, cuando el Dr. David Hume realiza el primer trasplante renal en Boston. Uno de los mas recordados y emblemáticos es el primer trasplante cardíaco en 1967 por el Dr. Christian Barnard en Ciudad del Cabo.
Desde entonces numerosos son los trasplantes realizados periódicamente, principalmente a nivel renal, hepático, cardíaco y algunos combinados como corazón-pulmón, entre otros.
Si bien desde el punto de vista general todos estos pacientes presentan diferentes alteraciones que deterioran su calidad de vida a medida que la enfermedad de fondo progresa, su sexualidad se vera afectada proporcionalmente al deterioro general, llegando al máximo en aquellos pacientes que postrados a la espera del donante prácticamente ven limitada su sobrevida al reposo absoluto donde cualquier esfuerzo físico es muy limitado. Aquellos que sobrepasan con éxito el trasplante sufrirán los efectos en el mediano y largo plazo de los medicamentos a utilizar, principalmente los inmunosupresores, requiriendo según las situaciones, diferentes tratamientos. Encararemos los casos más frecuentes y sus particularidades.
Fase Previa al Trasplante
Paciente Renal
En la fase previa al trasplante, la insuficiencia renal produce frecuentemente disminución de la testosterona y aumento de la prolactina, con frecuente disminución de la erección y del deseo sexual masculino, todo agravado cuando están alteradas también las hormonas tiroideas. El hecho de la comparecencia del paciente a centros de hemodiálisis varias veces por semana también termina afectando de manera importante la vida cotidiana de estos enfermos. Algunos medicamentos utilizados como los antihipertensivos (betabloqueantes), diuréticos y otros tienen notorio efecto depresor sobre la erección.
Paciente Hepático
Antes del trasplante el paciente suele presentar fatiga e impotencia por las alteraciones metabólicas causadas por el cuadro de la insuficiencia hepática y los medicamentos utilizados en su tratamiento.
Paciente Cardíaco
Además de estos pacientes compartir muchos de los factores de riesgo de la impotencia de origen vascular suelen estar limitados por la fatiga y frecuentemente conflictos de índole emocional en relación con temores de padecer un ataque cardíaco durante el acto sexual. Numerosos fármacos utilizados en esta fase son deletéreos para la sexualidad como los antihipertensivos (betabloqueantes), diuréticos, antiarrítmicos, cardiotónicos, etc.
Fase Posterior al Trasplante
Una vez que estos pacientes reciben su trasplante de manera exitosa, superan la fase de rechazo y son dados de alta, el principal problema está relacionado al efecto colateral de los medicamentos que deberán utilizar a posteriori, principalmente los inmunosupresores. Como el peligro de rechazo es permanente a veces estos fármacos se utilizaran por períodos prolongados, a veces de forma vitalicia y muchas veces combinaciones de varios de ellos. La tasa de impotencia en estos pacientes supera el 50% y responde a causas hormonales, metabólicas, tóxico medicamentosas y frecuentemente depresión asociada.
Estos inmunosupresores son de varios tipos y actúan de diferente manera, algunos inhibiendo la activación de los linfocitos T, otros inhiben la división celular, corticoides, etc.
Los más utilizados son: ciclosporina, tacrolimus, sirolimus, azatioprina, micofenolato, ciclofosfamida, metotrexato, corticoides como la prednisona.
Diagnóstico
Luego de la consulta con el especialista, que incluye el interrogatorio sexológico y examen físico, deberán realizarse estudios paraclínicos que nos permita arribar al diagnóstico.
Tratamiento
Los tratamientos actuales incluyen un amplio grupo de fármacos que van desde los clásicos esquemas de hormonoterapia a los mas avanzados vasoactivos o vasodilatadores, habitualmente administrados por el especialista por inyección intracavernosa (intrapeniana), aunque también existen de administración intrauretral, no disponibles en nuestro medio.
La terapia sexual siempre está indicada como complemento en estos pacientes.
Dr Jorge Di Iorio