16 Ago Historia del Condón
El Condon
A la humanidad le tomó mucho tiempo descubrir la relación entre la actividad sexual, la procreación y las enfermedades de transmisión sexual o venéreas, pero apenas lo descubrió intentó protegerse buscando interponer una barrera física de protección.
Los egipcios serían los precursores con profilácticos de tela, obviamente poco efectivos, 1000 años antes de nuestra era.
La primer línea de defensa efectiva fue creada por los ingleses a partir de intestino animal con un nudo en la punta y una cinta en la base para ajustarlos. Se cree los sumergían en agua o leche tibia para ablandarlos previo a su uso.
El uso principalmente era en prostíbulos intentando protegerse de la gonorrea y, principalmente de la sífilis, introducida desde el nuevo mundo por los marinos de Cristóval Colón. Evitar la procreación no estaba dentro de la preocupación del hombre de la época cuando comparada con los males que les aquejaban el mal y exagerado uso de sus vías urinarias. La sífilis causaba estragos en todos los estratos sociales, plebeyos y aristócratas dados a una vida licenciosa y disipada sucumbían a lo que alemanes e italianos llamaban “el morbo o mal francés” y los franceses denominaban “el morbo o mal italiano”. Los pocos e ineficientes tratamientos eran muy duros y agresivos y ninguno combatía la infección que sólo pudo ser tratada con la invención de la penicilina en el siglo XX. Los pacientes recibían inyecciones de plomo y mercurio que eran instilados por sus vías urinarias hasta la vejiga causando severas quemaduras, además de cruentas dilataciones de uretra con sondas metálicas solo comparables a las peores torturas. Todos estos procedimientos causaban inumerables problemas y secuelas permanentes e irreversibles, dificultades miccionales, pérdida del cabello y piezas dentarias que seguramente actuaban mas como disuasivos frente al sexo que otra cosa. De aquí la frase popularizada en la época de “una noche con Venus y una vida entera con Mercurio”. La frase refería a una noche de fiesta con mujeres de vida fácil (en alusión a Venus, la diosa romana del amor asimilable a la Afrodita griega) mientras Mercurio refería al dios romano mensajero de dioses, pero con un doble sentido claro, evidente…y perverso…
Los ingleses fueron pioneros y expertos en crear además de clubes y del futbol, estos primeros profilácticos. Los hacían de tripa de carnero o cabra, perfumados y saborizados, de varios colores.
Los mas famosos eran confeccionados por la Sra. Phillips con tripa de oveja seca sobre moldes de vidrio.
Eran promocionados “para prevenir los inconvenientes de las aventuras amorosas”.
Mas adelante, con la “globalización”, comenzó la preocupación con un “peligro secundario”, “La barriga grande y el bebé llorando”.
Con la vulcanización del caucho en 1843 comienzan los precursores del preservativo moderno.
Dr. Jorge Di Iorio
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